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La carrera política de Donald Trump ha dado un giro inesperado al ser imputado por un gran jurado de Washington en relación con sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020. Estos esfuerzos culminaron trágicamente en el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 por parte de sus seguidores. El expresidente republicano deberá comparecer ante la jueza Tanya Chutkan, conocida por sus fallos firmes en casos relacionados con el asalto al Capitolio.
El fiscal especial Jack Smith, encargado de supervisar el caso, ha expresado confianza en que el juicio de Trump sea rápido. Su equipo buscará que las pruebas sean presentadas ante un tribunal y juzgadas por un jurado imparcial.
Esta es la tercera imputación que enfrenta Trump en cuatro meses. Anteriormente, fue arrestado en Nueva York por un caso relacionado con el pago de dinero para acallar a una actriz porno, y en Miami por el manejo inapropiado de documentos confidenciales de la Casa Blanca.
Sin embargo, la gravedad de las acusaciones actuales supera con creces las anteriores, ya que involucra el asalto a los fundamentos de la democracia misma. Trump fue cegado por su derrota electoral y conspiró para defraudar al Gobierno que una vez lideró. Mintió repetidamente sobre los resultados de las elecciones y presionó para retrasar la certificación de la victoria de Joe Biden.
La acusación incluye cuatro cargos: conspiración para obstruir el proceso de recopilación y certificación de resultados electorales, conspiración para impedir la certificación del Congreso, conspiración contra el derecho al voto e intento de obstruir la certificación de las papeletas.
Seis cómplices también han sido imputados, aunque sus identidades no han sido reveladas, aunque se sospecha que uno de ellos podría ser Rudolph Giuliani, el exabogado personal de Trump.
Las afirmaciones falsas de Trump sobre haber ganado las elecciones contribuyeron a crear una intensa atmósfera de desconfianza e ira en el país, según la acusación. Los fiscales federales sostienen que Trump estaba decidido a permanecer en el poder y conspiró para socavar la función fundamental del Gobierno federal en la recopilación y certificación de resultados electorales.
Esta tercera imputación llega en un momento en que Trump lidera la carrera para la nominación presidencial del Partido Republicano para las elecciones de 2024. A pesar de todas las acusaciones, Trump ha rechazado las imputaciones, considerándolas una persecución política y una caza de brujas.
Mientras tanto, los demócratas han considerado esta imputación como la más seria y con mayores consecuencias hasta el momento.
Fuente: CNN, El País
