Rick Slayman, de 62 años, se convierte en un hito médico al convertirse en el primer receptor vivo de un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente. Tras dos semanas de recuperación en el Hospital General de Massachusetts, Slayman ha sido dado de alta, marcando un momento de alegría y esperanza en su vida.
"Este es uno de los momentos más felices de mi vida", expresó Slayman en un comunicado emitido por el hospital. "He deseado este momento durante muchos años, y ahora es una realidad. Salgo del hospital con uno de los certificados de salud más limpios que he tenido en mucho tiempo".
Slayman se une a un grupo selecto de personas que han recibido órganos de cerdo genéticamente modificados. Sin embargo, sus predecesores, que recibieron trasplantes de corazón de cerdo, lamentablemente fallecieron poco después de las intervenciones. David Bennett vivió durante dos meses con un corazón de cerdo alterado genéticamente, mientras que Lawrence Faucette falleció en noviembre pasado después de un trasplante similar. Ambos sufrieron de enfermedades cardíacas terminales y fueron tratados en el Centro Médico de la Universidad de Maryland.
A diferencia de los casos anteriores, Slayman no ha experimentado síntomas de rechazo del órgano trasplantado. Los médicos informan que el riñón está funcionando correctamente y Slayman está libre de la necesidad de diálisis, un procedimiento que ha afectado su calidad de vida durante años.
"Estoy emocionado de poder pasar tiempo con mi familia y amigos, libre de la carga de la diálisis que me ha afectado durante tantos años", compartió Slayman. "Quiero agradecer a todos los que han seguido mi historia y me han enviado buenos deseos. Hoy marca un nuevo comienzo no solo para mí, sino también para otros pacientes que esperan un trasplante de riñón".
Slayman, quien ha luchado contra la diabetes tipo 2 e hipertensión, recibió previamente un trasplante de riñón humano en 2018. Sin embargo, este riñón mostró signos de insuficiencia años después, lo que lo llevó de nuevo a la diálisis en 2023. Las complicaciones recurrentes lo llevaron a visitas frecuentes al hospital, afectando su calidad de vida de manera significativa.
La recuperación de Slayman avanza sin problemas, pero solicita privacidad en este momento crucial de su vida. Su historia marca un avance significativo en la medicina y ofrece esperanza a aquellos que esperan un trasplante de órgano en el futuro.
