Este viernes se cumplen 26 años del fallecimiento de José Francisco Peña Gómez, una de las figuras más destacadas de la política dominicana y uno de los líderes de masas más reconocidos del país.
Nacido en Santa Cruz de Mao en 1937, Peña Gómez dedicó su vida a la lucha por la justicia social, la democracia y la igualdad. Su carisma, su habilidad para conectar con el pueblo y su incansable esfuerzo por construir un país más justo lo convirtieron en un referente indiscutible.
A pesar de su indiscutible capacidad y trayectoria, Peña Gómez nunca llegó a ocupar la presidencia de la República Dominicana. Fue objeto de campañas de discriminación y ataques debido a su origen como hijo de inmigrantes haitianos.
En las elecciones presidenciales de 1994, denunció fraudes que, según sus seguidores, le habrían arrebatado el triunfo y dieron lugar a un nuevo mandato para el presidente Joaquín Balaguer. Sin embargo, la crisis política resultante condujo al "Pacto por la democracia", que organizó nuevas elecciones en 1996, donde el Partido de la Liberación Dominicano (PLD) se alzó con la victoria y Leonel Fernández asumió la presidencia.
Ni la derrota ni las campañas difamatorias pudieron apagar su espíritu combativo. Poco antes de su muerte en 1998, Peña Gómez grabó un mensaje de perdón y reconciliación, demostrando que su amor por el país superaba cualquier resentimiento.
Su fallecimiento a causa de un cáncer de páncreas a los 61 años conmocionó a la nación, y su velatorio y entierro se convirtieron en una multitudinaria manifestación de duelo, recordando así el legado perdurable de este ícono de la política dominicana.
