A pesar de la movilización militar estadounidense cerca de sus aguas y el discurso de alerta oficial, los ciudadanos mantienen rutinas cotidianas mientras el gobierno adelanta festejos navideños como estrategia de estabilidad simbólica.
Los venezolanos comenzaron a recibir su Navidad adelantada hoy, pese a las amenazas latentes del gobierno de Estados Unidos en relación con el despliegue militar frente a sus costas. La vida en ciudades como Caracas transcurre en “relativa normalidad”, con transporte activo, comercio abierto y actividades públicas en marcha.
El presidente Nicolás Maduro justificó el adelanto como una “fórmula” para enfocar la atención ciudadana en la celebración y disminuir el impacto de lo que denomina acciones de provocación externa. Mientras, llamó a la población a alistarse en la Milicia Nacional y participar en jornadas de “preparación civil”.
No obstante, detrás de los adornos navideños y los actos musicales, la población enfrenta una crisis económica marcada por la depreciación del bolívar, aumento descontrolado de precios y escasez de bienes básicos. Una pensionista consultada por EFE dijo que la “peor amenaza” que ve no es militar, sino que su pensión no alcanza para cubrir necesidades mínimas.
El constante llamado gubernamental a movilizarse y el decreto de “conmoción externa” recientemente firmado por Maduro, que otorga poderes especiales en materia de defensa, refuerzan la retórica oficial ante el riesgo de escalada. Mientras tanto, la Navidad adelantada se convierte en símbolo de resistencia simbólica ante la incertidumbre política.
Fuente: RTV Español