Mosaico
El joven fenómeno dominicano Elly De La Cruz encendió al público del Great American Ball Park con una actuación memorable que consolidó su estatus como una de las estrellas emergentes más electrizantes de las Grandes Ligas. Con un total de cuatro imparables —incluyendo un sencillo, un doble y dos cuadrangulares— el infielder de los Cincinnati Reds impulsó siete carreras, estableciendo una nueva marca personal.
El festival ofensivo comenzó en la segunda entrada, cuando De La Cruz disparó un jonrón de tres carreras por el jardín central, colocando a su equipo con ventaja de 6-0 frente a los Rangers de Texas. Fue su primer vuelacercas de la temporada y dejó claro que su poder está más vigente que nunca.
En el séptimo episodio volvió a sacudir el madero, esta vez con un jonrón de dos carreras que selló su noche con broche de oro y amplió aún más la diferencia en la pizarra. Finalizó el juego de 5-4, anotando en cuatro ocasiones.
Gracias al impulso de su bate, los Reds se impusieron con autoridad 14-3, respaldando a su ofensiva con una de sus mejores presentaciones del año. De La Cruz fue sin duda el protagonista absoluto de la jornada, demostrando que su talento no es promesa, sino presente.